Pero no es tan simple, en México tenemos el grave problema de que los capitalistas competidores de las grandes
transnacionales ya se dieron cuenta no tienen capacidad de competir en calidad con las grandes empresas y ahora, están presionando las reformas laborales para meter su mano en los bolsillos de los trabajadores despojándolos mas de lo que ahora por derecho les corresponde.
No les importa nada con tal de ganar un centavo mas.
Es por esto que se hace tan importante convocar a los revolucionarios a concientizar a el mayor contingente ciudadano posible para atacar en el bolsillo a las empresas que están trabajando por continuar el despojo sistemático de el precariado.
LOS SINDICATOS representaron un instrumento de lucho pero la corrupción los alcanzo. Necesitamos que el precariado se sume a la lucha por no consumir lo que ofertan empresas contrarias a sus intereses, pero en forma personal pero impersonal. Y la comunicación sea impersonal a través de las redes. Se requiere de una gran disciplina para sumarse a este tipo de huelgas donde nadie supervisa a nadie de su deber ciudadano. PARECE IMPOSIBLE PERO ESA ES LA VÍA.
Anteriormente las huelgas eran para dejar de producir, ahora deben de ser para que quiebren las empresas de los que están socavando la repartición de la riqueza del mundo.
Este es el único lenguaje que entienden.
Pero esta es, también, la forma de mostrar que el ser humano esta por encima de las maquinas y de las instituciones.