A como están las condiciones materiales del mundo, que bueno que queda un Jesuita. Excelente que está terminando, o pretende terminar con salvajes y arcaicas costumbres imperiales de coronar a el supuesto representante de Cristo, quien predico la humildad. Que acabe con toda la soberbia de los mochos fanáticos.
Por otra parte estoy de acuerdo que si los caprichos sexuales de los seres humanos fueran importantes no habría razón para diferenciar a los hombres de las mujeres....